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Tejiendo nuestra bioculturalidad

Cada 11 de septiembre en Colombia celebramos el Día Nacional de la Biodiversidad, un día para honrar la riqueza natural que define nuestro territorio. Pero, más allá de conmemorar, este día se convierte en una invitación a reflexionar sobre el papel que todos jugamos en la protección y regeneración de nuestros ecosistemas. Este año, con el Telar X la Biodiversidad (TXB), queremos poner en el centro de la conversación los Conocimientos Indígenas y Locales (CIL) como pilares fundamentales para la Gestión Integral de la Biodiversidad (GIB).

Los sistemas de conocimiento propio no son saberes antiguos; son sistemas de conocimiento vivos, que evolucionan y se adaptan con el tiempo. Estos conocimientos han permitido a comunidades indígenas y locales conservar la biodiversidad durante siglos, protegiendo las relaciones sagradas entre la tierra, el agua y los seres vivos. El Telar X la Biodiversidad (TXB), impulsado por el Bauen Project y Urdimbre Lab, es un esfuerzo para reconocer, revitalizar y tejer colectivamente estos conocimientos en la construcción de un futuro sostenible.

  1. Conocimientos Indígenas y Locales: Sabiduría para un Mundo en Crisis

Durante generaciones, estos pueblos han desarrollado prácticas respetuosas de manejo de la tierra, el agua y los recursos naturales que hoy son más relevantes que nunca. Desde la selección cuidadosa de especies para la agricultura hasta la restauración de ecosistemas degradados, los sistemas de conocimiento propio ofrecen alternativas para enfrentar los desafíos ambientales globales.

En el Telar X la Biodiversidad, hemos aprendido de líderes y sabedoras de comunidades como los Embera, los Arhuacos y los Afrodescendientes en Chocó, quienes han compartido cómo sus tradiciones se basan en una comprensión aterrizada de los ciclos naturales. Sus conocimientos nos muestran que la biodiversidad no es solo una lista de especies; es un tejido vivo donde cada elemento tiene un rol crucial para la salud del ecosistema.

  1. El Tejido Colectivo de la Conservación: Conexiones entre lo Local y lo Global

Uno de los aspectos más poderosos del Telar X la Biodiversidad (TXB) ha sido la creación de espacios de diálogo donde convergen diversas voces. Desde la Amazonía hasta los Andes, los saberes locales nos recuerdan que la conservación no puede ser vista como un esfuerzo aislado o impuesto desde arriba. Más bien, es un proceso colectivo, donde el conocimiento local se entrelaza con las políticas globales para generar soluciones contextualizadas.

En este sentido, el Telar X la Biodiversidad (TXB) se alinea con las metas 21, 22 y 23 del Marco Global de la Biodiversidad, que buscan garantizar la participación activa y equitativa de las comunidades indígenas y locales en la toma de decisiones sobre biodiversidad. A lo largo de los talleres realizados en territorios como Leticia, Inírida y Buenaventura, hemos observado cómo las comunidades plantean soluciones innovadoras para la restauración de manglares, la protección de especies amenazadas y la recuperación de prácticas agrícolas tradicionales.

  1. Restauración y Futuro: Cuidar la Tierra como Acto de Amor y Resistencia

La restauración ecológica es mucho más que una intervención técnica; es un acto de amor y resistencia. En el Telar X la Biodiversidad (TXB), la restauración se entiende como un proceso biocultural, donde la sanación de la tierra va de la mano con la recuperación de los lazos sociales y espirituales que sostienen a las comunidades. Durante nuestros encuentros, escuchamos historias como la de Doña Rosa, una pianguera en La Barra, quien comparte cómo la protección de los manglares es inseparable de su identidad cultural.

Estos testimonios resaltan que la restauración no es solo replantar árboles o limpiar ríos; es también devolverle a la comunidad el derecho a decidir sobre su territorio y a ejercer su autonomía. A través de la implementación de pilotos y prototipos comunitarios, el TXB busca inspirar a más territorios a adoptar prácticas de conservación basadas en el respeto por los Conocimientos Indígenas y Locales (CIL) y la regeneración del tejido social.

En este Día Nacional de la Biodiversidad, nos encontramos en un punto crucial donde las decisiones que tomemos determinarán el futuro de nuestras generaciones. Al mirar hacia los Conocimientos Indígenas y Locales, no solo encontramos respuestas a los problemas ambientales, sino también un recordatorio de que somos parte de un tejido más grande. La biodiversidad no es un recurso para explotar, sino un legado a proteger, un ciclo vital que sostiene nuestras culturas, economías y vidas.

El Telar X la Biodiversidad es un ejemplo vivo de cómo, cuando se abren espacios de diálogo y colaboración, es posible tejer un futuro donde lo ancestral y lo contemporáneo se unan para construir resiliencia y justicia ambiental. Hoy más que nunca, necesitamos escuchar y aprender de quienes, por generaciones, han cuidado la tierra con un profundo sentido de reciprocidad.

Invitamos a todas las personas, organizaciones y gobiernos a sumarse a esta conversación, a valorar y apoyar los Conocimientos Indígenas y Locales (CIL) en la Gestión Integral de la Biodiversidad (GIB), y a actuar desde el respeto y la solidaridad. Proteger la biodiversidad es un deber colectivo, y el primer paso es reconocer la sabiduría que ya existe en los territorios. Solo así, podremos soñar con un mundo donde el cuidado de la tierra sea el principio que guíe nuestro camino.